Bajo el gobierno de Josep Maria Bartomeu, presidente que resistirá hasta el final de su mandato para equilibrar cuanto pueda balances económicos que podrían acarrearle problemas en un futuro, Ramon Planes presentará altas y bajas todavía al frente de la secretaría técnica. No así Eric Abidal, su ya antiguo superior, quien también ha pasado por el cadalso. Eso sí, cualquiera podría resguardarse tras la icónica figura de Ronald Koeman, al que nunca le tembló el pulso cuando se trató de poner fecha de caducidad a estrellas añejas para dar paso a los jóvenes.
En el club azulgrana se hace ya propaganda con lo que califica como «amplia reestructuración del primer equipo». Algo que no será fácil en la plantilla deportiva mejor pagada del mundo del fútbol (525 millones de euros anuales) y con contratos todavía por expirar. Buena parte de esa planificación dependerá de la decisión que tome Messi respecto a su futuro, futbolista que, entre todos los conceptos, le cuesta al Barcelona alrededor de 100 millones de euros brutos al año.
El delantero uruguayo del Barcelona rompió en Lisboa una racha de cuatro años y 11 meses sin marcar fuera de casa en competición europea. Es la gran muleta de Leo Messi fuera del campo, por lo que su caso es uno de los más delicados. A sus 33 años, tiene contrato hasta el 30 de junio de 2021. Pero con una cláusula que le permite renovar un año más siempre y cuando dispute el 60% de partidos la próxima temporada. Un escenario que en el club, ahora mismo, no contemplan. El sueño pasa por que Lautaro Martínez sea el ariete titular la próxima campaña. El Ajax de Amsterdam se ha interesado por la situación de Suárez, sobre el que la presión crece. Y él tiene intención de continuar.